Estas preciosidades son Moon y Sun.
Y esta su orgullosa mamá.
Mela y Geli son dos hermanas que quieren y se preocupan por los gatos callejeros llevándoles comida y pastillas para desparasitarlos y además cada una de ellas tiene una gata en su casa.
Esta es Elsa, la gata de Mela, al principio no le apetecía que le hicieran fotos.
Pero luego, ya más tranquila, posó encantada.
Y esta es Duna, la gata de Geli.
Por su forma de comportarse me recuerda mucho a mi querida Tuxa.
Marian quiso compartir con nosotros no sólo las fotos de su gato Lauky, si no también su historia.
El pobre gatín tuvo la mala suerte de entrar en una obra en donde trabajaban unos albañiles desalmados que decidieron molerlo a palos con la intención clara de matarlo, cuando lo dieron por muerto se marcharon, pero cerca de allí escondida y aterrorizada por lo que había visto estaba una niña con un corazón enorme que decidió socorrer al animal. De un contenedor sacó una caja de cartón en la que depositó al gatín que todavía daba señales de vida y corriendo y sin poder contener las lágrimas se dirigió a su casa buscando la ayuda de su madre.
Su madre escuchó su relato y entre ambas llevaron a Lauky al veterinario y a base de inyecciones, buenos cuidados y mucho amor el gato salió adelante y hoy es el mimito de la casa.
La niña se llama Ana y desde aquí quiero enviarle un abrazo y felicitarla por tener tan buen corazón.
Este es Lauky.
Al que le encanta escuchar música.
Y como a todos los gatos, dormitar plácidamente.
Y desde el Pirineo, Sofi nos envía las fotos de estos gatos a los que encontró durante una excursión en un pueblo prácticamente abandonado que se llama Susín, allí hay una persona que está rehabilitando una de las casas y que por lo que se ve es el que les da de comer.
Son dos gatinos totalmente blancos y uno totalmente negro.
Aunque no se estaban muy quietos, Sofi pudo hacerles esta foto más de cerca a los blancos.
Belén y Sergio también tienen un gato, Puskas.
Siempre busca lugares recogidos y cómodos para dormir, como colarse dentro de la chaqueta de Sergio
O reposar tranquilamente en el hombro de Belén.
Y aquí os presento a Crisanto, otra preciosidad.
A veces cuando se va de paseo se suelen encontrar gatos a los que uno no se puede resistir fotografiar. Como este que está en cuna postura habitual en los gatos.
O este en el alfeizar de la ventana.
O este que acomodado en el muro disfruta viendo a la gente pasear.
Todos estos gatos, animales bastante desconocidos para algunas personas por la falta de trato con ellos, y tremendamente amados por otras que al convivir son ellos conocen lo maravillosos que son, tienen una vida y por lo tanto un final, final que llena de tristeza a sus dueños que siempre les reservarán un rinconcito en su corazón para que su recuerdo no se pierda.
Ese es el caso de Chimbela que disfrutó de la compañía de Chivita hasta que tuvo que partir, pero para ella su gatina no murió del todo porque sigue viva en su recuerdo
Aquí podemos ver a Chivita al poco de nacer.
Y con esta mirada limpia y dulce, Chivita nos dice adiós en nombre de todos los gatos que llegada su hora tuvieron que partir.
¡Por favor, a nadie le obligan a tener gatos en casa, pero os pido que nunca maltratéis a ninguno, ni consintáis que nadie lo haga.!